Por: Ab. Santiago Naranjo Mendoza

CIACOOP – ASESORIA LEGAL

BREVE HITORIA:

El ALCA es una idea que nace a finales de 1994, con un objetivo claro de reducir o eliminar las barreras arancelarias que se habían generado entre todos los países de América, excepto Cuba; sin embargo, la inestabilidad de los regímenes de gobierno, especialmente en Sudamérica, complico las negociaciones, lo que llevo a que los países, tomen iniciativas distintas y quizá con no tan altas expectativas, lo que incluso llevo a los Estados Unidos, tiempo más adelante, a iniciar negociaciones con países de manera individual con la finalidad de firmar un Tratado de Libre Comercio, de forma bilateral, lo cual, llevó al rechazo de varios países por considerarlo un tratado que respondía a las necesidades de los estados Unidos, pero que llevaría a la crisis a los países en desarrollo.

A pesar de esto, “en la Conferencia Ministerial del ALCA, en noviembre del 2003, se estableció un mecanismo de incorporación de dos niveles: el primero con un mínimo de compromiso en todas la áreas de negociación; y el segundo, profundizaría, optativamente esas normas mínimas acuerdos bilaterales o plurilaterales.”. Esto dio lugar a que en el 2003, Chile y estados Unidos finalmente firmarán un Tratado de libre Comercio.

INTRODUCCION:

En este artículo, apreciaremos como el ALCA poco a poco fue siendo desplazado por los TLC bilaterales o multilaterales; así como, otro tipo de alternativas de alianzas económicas han ido surgiendo en Latinoamérica como el ALBA.

A la vez trataremos de analizar brevemente, como este tipo de acuerdos comerciales tendrían su afectación en nuestro país; para finalmente concluir, cual podría ser la mejor vía que tome el Ecuador en cuanto a acuerdos económicos de carácter internacional.

Además, podremos esclarecer como el proceso del ALCA, fue generando supuestos resultados ya que si bien es cierto, el ALCA no se consolidó, a partir de esta idea se generaron TLC, que lograron un acercamiento o algún tipo de integración entre diversos países de América, aunque no como un conjunto total de 34 países como inicialmente planteaba el ALCA.

ARGUMENTO:

En noviembre del 2003 en Miami, se lleva a cabo la reunión preparatoria a la Cumbre Ministerial, en la cual, “se hicieron más claras las divergencias entre las posturas de Brasil y Estados Unidos”. Principalmente estas divergencias, tenían mucho que ver por un lado con el tema del subsidio agrícola que Estados Unidos otorgaba a su industria y la afectación que esto tendría al competir libremente en un mercado con precios desiguales, pues, los países Latinoamericanos, no tendrían la misma capacidad de subsidiar a sus productos; y por otro lado, con un propuesta clara sobre la creación de una legislación que defienda los intereses comerciales de los países en vías de desarrollo, esto incluye aranceles, derechos de compensación y legislación antidumping.

Estados Unidos, paralelamente había firmado Tratados de Libre Comercio con países como Canadá y México; así como, con países Centroamericanos como Honduras, Guatemala, Costa Rica entre otros; lo que obligaba a países que estaban quedando fuera de este tipo de acuerdos comerciales, a fomentar nuevas negociaciones que garanticen el cumplimiento de los derechos de mercado, principalmente de los países subdesarrollados, quienes económicamente no podían competir en igualdad de condiciones con los países de primer mundo.

Este tipo de tratados de libre comercio fueron uno de los motivos por los que el ALCA llegó al fracaso, pues parecía, que América se dividía y mientras unos países por medio de TLC realizaban integración comercial en el norte, otros países como Venezuela, Bolivia y Brasil trataban de alinearse al MERCOSUR; puesto que, Brasil que lideraba el MERCOSUR anunciaba que estaba dispuesto a negociar temas como los servicios, propiedad intelectual o compras gubernamentales, que eran temas, que los Estados Unidos no incluían en las negociaciones de los TLC. “Los negociadores del MERCOSUR sabían que la situación política interna de Estados Unidos, no dejaba margen para una oferta satisfactoria para el continente en materia agrícola.”

Sin duda alguna las negociaciones bilaterales que mantuvo Estados Unidos con algunos países constituyen a breves rasgos el inicio de la construcción del ALCA, pues se debe considerar, que este debe realizarse por etapas y no en una sola negociación multilateral; por su parte, “Los TLC consolidan las políticas económicas de apertura y desregulación instrumentadas, en la mayoría de los países de la región, durante la década de los noventa.”

Propiamente, “Un Tratado de Libre Comercio (TLC), es un acuerdo mediante el cual dos o más países establecen reglas y normas para el libre intercambio de productos, servicios e inversiones.”. Estos tratadosotorgan un nuevo papel al Estado con respecto a la economía, así como, nuevos marcos legales, sobre todo en materia de propiedad intelectual; pero, desprotegen en el aspecto de la agricultura doméstica.

En cuanto a los beneficios que un TLC le puede traer al Ecuador, el Consejo de Comercio Exterior e Inversiones, manifiesta que se generarán mayores fuentes de trabajo, los productos locales ingresarán con mayor facilidad al mercado norteamericano, incrementará la productividad local, a la vez que generará mayores ingresos para los productores nacionales; por su parte, los consumidores tendrán más accesibilidad a diversos productos con precios moderados y de buena calidad. El panorama parece alentador, pero se debe tomar en cuenta que las economías de Estados Unidos y de Ecuador no son iguales y que por esta razón las negociaciones serían desproporcionadas y esto podría llevar a una decadencia del mercado ecuatoriano y encarecer los productos nacionales, lo que determinaría una baja en la producción local, consecuentemente, desempleo, escases y pobreza.

En un determinado momento, Brasil planteó una alternativa para negociar un TLC con Estados Unidos, la cual consistía en que los países de América del Sur negocien en bloque y no individualmente el acuerdo; sin embargo, “una de las interrogantes que surge en este contexto es si América Latina podrá preservar sus esquemas de integración subregionales y responder con cierta autonomía a la estrategia de regionalización hemisférica impulsada por Estados Unidos, o si esta, terminará extinguiéndolos.”

Esta idea, busca cumplir con un objetivo claro, que es equiparar las condiciones de los países participes de un posible TLC, quienes a su vez, y quizá sin dar mayor importancia, han dejado de lado uno de los propósitos fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas, el cual es:

“b) Fomentar las relaciones de amistad entre las naciones basadas en el principio de la igualdad de derechos y en la libre determinación de los pueblos”.

Lo que intento deducir es que Estados Unidos ha tratado de llevar las negociaciones de un posible TLC con el Ecuador de una manera inequitativa sobre todo en el sector agrícola, puesto que la política estadounidense está orientada a subsidiar a su industria agrícola con la finalidad de generar mayor productividad en la misma; ante esto, la producción agrícola ecuatoriana se vería sin capacidad de competir con los productos agrícolas norteamericanos en cuanto a precios.

Así lo ratifica Joseph Stiglitz, ya que según él, el TLC entre Estados Unidos y Chile abre un camino en la dirección errada, pues, “Los acuerdos de libre comercio con Estados Unidos no aseguran el libre comercio debido a que el principio que rige la filosofía del gobierno norteamericano es que los productos norteamericanos gocen de mejores condiciones que las de cualquier otro país.” (Cita como ejemplo la producción de salmón chilena).

En el caso mexicano, “El TLCAN ha beneficiado a unos pocos sectores (como el de telecomunicaciones) los que se han enriquecido, mientras que la mayoría de indígenas, campesinos, trabajadores, artesanos, etc. se han empobrecido.”

Finalmente no podemos negar la importancia que el mercado norteamericano tiene para nuestros países, el problema es el costo que estos países estén dispuestos a pagar por acceder a este mercado.

Ahora bien, Venezuela y Bolivia son los principales países sudamericanos que no comparten la idea de involucrarse en un TLC por las políticas con las que Estados Unidos desea imponerse por sobre los demás países en vías de desarrollo; adicionalmente, la idea inicial del ALCA de no contar con Cuba para el acuerdo de integración llevó a Venezuela a impulsar la Alternativa Bolivariana para Latinoamérica y el Caribe (ALBA), el cual es un acuerdo de integración en materia económica y de comercio pero que tiene como objetivo primordial, impulsar el desarrollo y la integración de los países pobres en América Latina y el Caribe, siempre tomando en cuenta, los tintes de izquierda que tienen los gobiernos que actualmente han decidido ser parte del ALBA, entre ellos, Venezuela, Cuba, Ecuador, Honduras, entre otros.

El hecho de que Ecuador haya decidido ser parte del ALBA y no firmar un TLC con Estados Unidos nos permitiría concluir que las condiciones sociales, políticas y económicas de este acuerdo se condicionan de mejor manera para la realidad ecuatoriana, para lo cual se prevé, un mejoramiento del mercado local así como mejores ingresos para las arcas del Estado.

Sin duda alguna la iniciativa venezolana de impulsar el ALBA genera también algún tipo de integración, lo que podría ser herencia propia del ALCA, pues tal como lo mencioné en la introducción del presente artículo, si bien es cierto el ALCA no se llegó a consolidar, a partir de este se avizoraron posibles alianzas e integraciones entre los países de Latinoamérica; lamentablemente, estas alianzas han sido en segmentos fragmentados como el MERCOSUR, NAFTA, CAFTA y finalmente el ALBA, sin conseguir aún el propósito inicial de toda una América unida.

CONCLUSIONES:

Si bien es cierto cualquier tipo de acuerdos comerciales a nivel internacional podría ser positivo para los fines de desarrollo del Ecuador, no es menos cierto, que los mismos podrían traer consecuencias no beneficiosas para el país y no necesariamente en materia económica, por ejemplo: “El ALCA promoverá la venta de nuestros recursos naturales a las corporaciones transnacionales sin cuidar y proteger el medioambiente y asegurará que el Estado no tenga el poder para frenar la explotación de estos recursos.” , esto entre otras desventajas que podrían traer los acuerdos de integración económica, como por ejemplo desempleo, improductividad, explotación laboral y demás.

Independientemente de las consecuencias que pueda tener este tipo de tratados, “expertos aseguran que siempre será beneficioso para el Ecuador ser parte de acuerdos de integración como el ALBA, pues no solo beneficiaría a la economía ecuatoriana ya que el ALBA no es solo un tratado económico sino que también impulsa la integración en materias sociales como salud, educación, cultura, etc.”

Considero que el Ecuador no se encuentra en condiciones políticas, sociales y económicas, lo suficientemente sólidas como para ser parte de un TLC con Estados Unidos; pero, creo que es acertada la decisión de ser parte del ALBA, ya que, los países que integran esta Alternativa Bolivariana para la América Latina y el Caribe al parecer se encuentran en condiciones similares a las del Ecuador, lo que no hace que las negociaciones sean desproporcionadas en los temas a tratarse.

Finalmente al Ecuador ser parte del ALBA, está ampliando su mercado y a la vez, generando mayor productividad en su industria local, más fuentes de empleo y mejores condiciones para los ecuatorianos.



RUIZ CARO, Ariela, “REPERCUSIONES DEL FRACASO DE LA OMC EN CANCUN EN LA CONFORMACION DEL ALCA”. En Jaime Estay y Germán Sánchez (comp.), EL Alca y sus peligros para América Latina. Bs. – As. : Consejo Latinoamericanos de Ciencias Sociales (CLACSO), 109 – 139.

Ibid, pag. 125 Ibidem, pág. 127 Ibidem, pág. 130 http://www.comexi.gov.ec/tlc/index.shtml

RUIZ CARO, Ariela, “REPERCUSIONES DEL FRACASO DE LA OMC EN CANCUN EN LA CONFORMACION DEL ALCA”. En Jaime Estay y Germán Sánchez (comp.), EL Alca y sus peligros para América Latina. Bs. – As. : Consejo Latinoamericanos de Ciencias Sociales (CLACSO), pág. 132.

JIMÉNEZ REDONDO, Juan Carlos, “EL NUEVO ORDEN INTERNACIONAL, 1945-1989. LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS”, En Juan Carlos Pereira (comp.), Historia de las Relaciones Internacionales Contemporáneas. Barcelona: Ed. Ariel S.A., pág. 408

RUIZ CARO, Ariela, “REPERCUSIONES DEL FRACASO DE LA OMC EN CANCUN EN LA CONFORMACION DEL ALCA”. En Jaime Estay y Germán Sánchez (comp.), EL Alca y sus peligros para América Latina. Bs. – As. : Consejo Latinoamericanos de Ciencias Sociales (CLACSO), pág. 133

http://www.cdes.org.ec/pdf/ALCA-viola-desc.pdf http://www.cdes.org.ec/pdf/ALCA-viola-desc.pdf