UNA CLASIFICACIÓN PENDIENTE
El respeto a los derechos laborales
de los futbolistas
derechopane10_1_.jpg

Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J.
Especialista en Derecho Laboral y Deportivo
[email protected]

E STAMOS CERCA DE LOGRAR una nueva clasificación al mundial de Fútbol. Si todo se da como esperamos, con prudente optimismo, que no menosprecia al rival, ni considera, como hemos visto y oído en algunos medios que tenemos «ganada de calle» la presencia en Alemania 2006.

Craso error es el triunfalismo, equivocadas, las manifestaciones de euforia anticipada, que pueden tornarse en frustración y tristeza; no nos parece conveniente el abuso y la sobre dimensión

Creemos, que en algunos casos se irrespeta a un rival de fuste; a un adversario deportivo coyuntural, que ha escrito páginas gloriosas en su historia, integrado por jugadores tan buenos como los nuestros, con amplia trayectoria internacional y forjados en partidos igualmente difíciles, como el del próximo sábado 8 de octubre.

El tema de la semana deportiva es el fútbol

Los ecuatorianos juntos por la magia del deporte, nuevamente unidos por causa del fútbol. Los futbolistas, protagonistas de este momento histórico, en la mira de todos.

El Estadio se prepara para recibir en sus entrañas a miles y miles de personas, que portaran la bandera nacional, que cumplirá su cometido simbólico de unirnos entre sus colores, en una noble causa; el país espera mucho, pero ha de estar preparado para todo; si el triunfo nos acompaña en hora buena, sino, pues, no ha pasado nada, habrá un par de posibilidades más. Y si por esas cosas que tiene la vida, el pan se nos quema en la puerta del horno, pues, a otra cosa mariposa y a empezar de nuevo.

Al Ecuador, le debe interesar el fútbol, más no ha de vivir para el fútbol, ni por el fútbol.

Tenemos grandes problemas de fondo, como para derrumbarnos si se nos vienen las derrotas en el deporte, por ello, reclamamos reflexión y menos fiesta anticipada.

Y pensando estamos, cuando decimos, que muchos de los que ahora, se embarcan y luego se subirán, si se da el caso, al carro de la victoria, que logren los deportistas, muchos de ellos públicamente identificados han sido de los ultras, en oponerse a que a los futbolistas se les respete su derechos laborales.
Algunos, de los que ahora se ufanan y se llena la boca con los nombres de los seleccionados, desde la posición dirigencial, han visto de lado y mal modo, el que a los jugadores se les considere trabajadores, con los mismo derechos y obligaciones, que toda la clase trabajadora del país.

Prueba de lo que afirmamos, una entre tantas, la mora patronal enorme de varios clubes, que no han afiliado a sus jugadores al IESS; de nuestras investigaciones, solo tres equipos de todo el país, han cumplido con este requisito legal y moral.
Violando expresas normativas de la seguridad social, muchos dirigentes no aseguraron socialmente a los profesionales del fútbol antes, y no lo hacen ahora, antes la pasividad del IESS.

¿Alguien se ha enterado de alguna acción concreta de cobro del IESS a los clubes morosos o a sus dirigentes, responsable solidarios?

El derecho al trabajo

Es un derecho humano consagrado universalmente. Nuestra Constitución señala que los derechos de los trabajadores son intangibles e irrenunciables; los tratados internacionales igualmente.

¿Acaso los futbolistas están excluidos de estos amparos?

Pues no lo están, pero por increíble que parezca, en el tema laboral el fútbol ecuatoriano parece tener patente de corzo.

Sí, porque entre otras «maravillas», por ejemplo, a los futbolistas del Ecuador, mayores de 25 años por obra y gracia de los «padres del fútbol», les está impedido por normativa del Congreso del Fútbol trabajar en equipos de la segunda categoría.

¿Ante este abuso quien ha dicho algo? ¿Quién dice que es legal, romper los contratos de forma unilateral por parte de los clubes por causas tales como:
«bajo rendimiento», que ni la FIFA, acepta, y en nuestro país pasa como agua por un tubo?

Y esto que les sucede a los futbolistas, les repite a los técnicos, los echan del trabajo por cualquier causa, sin ningún trámite previo legal; imponiéndose la ley del más fuerte, del poderoso económicamente y del que tiene influencias o acomodos políticos.

Sin los futbolistas no habría fútbol

Hay algunos que no parecen darse cuenta de aquello intencionalmente. Los Congresos del Fútbol que se reciclan cada comienzo de año, en poco o en nada se preocupan de la materia prima del juego, es decir, del jugador.

No hace falta decir, porque es evidente y es un lastre que se arrastra desde hace mucho tiempo, que los jugadores no están representados en tal cónclave, ni los árbitros, ni los técnicos, sólo los clubes; lo que tiene que cambiar pronto para que las reglas del juego sean justas para todos, por todos los costados.

En los congresos se ha legislado para los torneos, por la disciplina, por y para los dirigentes.

¿Pero en beneficio de los jugadores qué?

Nada, normas arbitrarias, caducas, esclavistas, como aquellas de suspender en el trabajo a pedido del club interesado en sancionar sin un proceso previo, sin determinar conforme a ley, cual la gravedad de la falta, se ha sancionado y han pasado impedimentos de trabajo porque el jugador no firmó contrato para tal o cual club.

Dicho de otra manera, se ha consentido en tales absurdos sin hacérselo saber al jugador sancionado, sin permitirle el derecho a la defensa, violando principios elementales expresamente estabelcidos en la Constitución del Ecuador, que garantizan el derecho al trabajo, y esto, a vista y paciencia del Estado que no se decide a intervenir en asuntos tan graves, en los que el fútbol parece tener impunidad.

¡Que la clasificación al Mundial a Alemania, de darse, traiga consigo cambios de fondo en la concepción del manejo del fútbol en todos los aspectos, sobre todo, en los que tienen que ver con las relaciones laborales.!

Tiene que parar esa afrenta que significa suspender en el trabajo a un jugador que adeude a un club entre otras, porque, es un atentado contra toda ley y lógica. Sino trabaja, cómo paga. Es una forma bárbara e inhumana de cobrar, que no está contemplada en nuestra legislación, pero que el fútbol, la aplica con el silencio cómplice del Estado.

Es fácil imaginarse como doblegar la voluntad de un trabajador del fútbol sometido a norma tan infame, jugador que debe no juega; habrá entonces, algún club bondadoso, que pague y se haga con los servicios del jugador. Todo esto, tiene que terminar

Las citas máximas del fútbol de cada enero.

Una se viene y con elecciones de por medio, no se considera al momento de «armar los campeonatos» al jugador como persona y como trabajador, no se piensa, sino en los réditos que han de dejar los torneos y el sistema con el que se ha de jugar la temporada.

Avala lo dicho, lo que ha sido público y notorio, jugadores parados a fuerza de no haber clasificado, esto, porque cuando se resolvió en el Congreso de fútbol tal o cual sistema de campeonato, no se trató siquiera los aspectos humanos, legales y morales, de dejar a los futbolistas colgados y con deudas en determinado tramo del año; lo que significa en muchos casos, cero ingresos al menos tres meses.
Los dirigentes son corresponsales cuando sus equipos no clasifican, son parte importante de los fracasos y de los éxitos. No es constitucional, ni legal, el cortarle el trabajo a nadie y menos no pagarle. Si se organizan campeonatos que dejen en el paro a los futbolistas en media temporada, los clubes tendrán que cumplir el año completo, esto, algunos de los ahora pontifican por la posibilidad de clasificar olvidan cuando regatean u obstruyen la plena aplicación y ejercicio de los derechos de los trabajadores del fútbol.

¿Serán los futbolistas, que no lo son, las máquinas incansables, infatigables; tendrán siempre el mismo talento y talante?

¿ Se ha pensado en ellos como seres vivos, humanos, sujetos de cansancios físicos y enfermedades y lesiones?

¿ Puede una persona por entrenada que esté, por preparada físicamente, resistir jugar sin afectarse dos o tres torneos a la vez?

¿ Se ha tratado esto, en los Congresos del Fútbol?

Que se conozca, nunca; y, es que el futbolista ha de acomodarse y jugar y punto.¿ hasta cuando?. Sí todos los seres humanos tenemos limites en todo para estos trabajos in extremis, ¿habrá seguros de salud en todos los casos y clubes? debería y por obligación.Hay mucha tela que cortar sobre tema tan interesante, que viene a cuento traerlo por la causalidad, nosotros desde está tribuna y otras, IN SITU, en las áreas administrativas del fútbol hemos dicho lo que aquí consignamos y más; sostendremos el debate y lo provocaremos para aportarle de esta manera al deporte y al país.

No sólo se crece logrando triunfos en las canchas, se progresa en la investigación académica, en la propuesta científica.

El fútbol ya no es un campo de experimentación, improvisación y prepotencia.
Los «sacrificados mecenas», los que han hecho plataforma política del deporte para alcanzar cargos de elección popular o privada, dentro del deporte mismo, han de apearse sino se actualizan, sino cambian sus modos y dejan paso a la buena práctica de una relación laboral justa, armónica llevada con las tendencias modernas del derecho del trabajo y del derecho deportivo.

Las manipulaciones politiqueras, aquellas que coartan por votos los derechos de los trabajadores del fútbol, tarde o temprano a los mismos clubes harán daño.
El fútbol no es un estado dentro otro estado, el fútbol es autónomo en sus temas técnicos y administrativos; no lo es, en temas que tienen que ver con los derechos fundamentales de las personas, como el Derecho al Trabajo.

REGRESAR