Autoría y traducción: María Laura Quiñones Urquiza (Argentina)

Mark Safarik es una de las autoridades mundiales en la técnica del perfil criminal para la captura de agresores en serie y ha escrito varios libros sobre el tema. Trabajó durante 22 años en la unidad de ciencias del comportamiento del FBI (Oficina Federal de Investigaciones de los Estados Unidos de Norteamérica), asesoró entre otras películas a El Silencio de los inocentes y series como Criminal Minds. El criminólogo y ex perfilador del FBI Robert Ressler- creador del sistema VICAP- fue quien acuñó por primera vez en la historia el término Serial Killer (asesino en serie), esta leyenda viviente se impresionó con las aptitudes y capacidad de Safarik, invitándolo a asociarse con él en Forensic Behavioral Services International (Servicios Internacionales de Comportamiento Forense), consultora desde donde ofrecen sus servicios a todo el globo.

¿Cómo eligió esta profesión?

Yo era un detective de homicidios en la agencia policial de California, en 1982 me enviaron a una escuela para el estudio de homicidios por dos semanas, durante el curso, gente del FBI vino a darnos un pequeño seminario de dos días sobre análisis del comportamiento. Ambas ramas resultaron novedosas y fascinantes, considerando que nunca había estudiado la escena de un crimen violento desde el aspecto del comportamiento. Como jefe en casos de homicidio, siempre abarqué la asignación de tareas y seguimiento en las investigaciones. Nunca había tenido la oportunidad de conocer la otra cara, ni me había dado el lujo de correrme y observar la dinámica del comportamiento que se presenta en estos crímenes.

Cuando volví a mi agencia, remití a la unidad de ciencias del comportamiento del FBI, dos de los casos que estaban a mi cargo, uno de ellos era un doble homicidio. Me impactó este otro modo de ver al crimen violento, y busqué toda la bibliografía existente referida a esta área. Eventualmente, resolví que quería continuar con esta línea investigativa de aplicación legal, y en el único lugar donde podía hacerlo era en el FBI. Así que me postulé como agente especial y después de un año de cumplir con el proceso de preselección, finalmente ingresé. Me tomó 11 años de trabajo contar con la experiencia suficiente para aspirar a ser promovido al cargo de perfilador del FBI. Mi postulación fue junto a otras 38 personas calificadas para cubrir 6 puestos, obtuve una de las vacantes y me mudé a Quantico, Virginia.

Durante 12 años me desempeñé como perfilador superior, conduje investigaciones importantes de ataques sexuales y homicidios de ancianas, publiqué varios artículos al respecto en medios especializados. En mayo de 2007, fui tentado por Robert Ressler a retirarme del FBI para asociarme a su consultora internacional en donde trabajo actualmente .

¿Cuáles son los errores que debe evitar un perfilador?

Debido a que varios de los requerimientos de nuestros servicios tienen que ver con la interpretación de homicidios violentos o agresiones sexuales (muchos de los casos se relacionan con homicidios seriales, en masa o sexuales) usualmente tratamos con agencias de aplicación jurídica que ya han agotado recursos considerables, tiempo y perspicacia investigativa tratando de resolver el crimen. Cuando ellos llegan a este punto en que su investigación, ya se han hecho un juicio respecto a la dirección de su investigación, tienen desarrolladas ciertas sospechas, la precisión de su propia interpretación de los hechos y la corrección en los pasos que los condujeron a estas conclusiones. Debemos ser muy cuidadosos respecto a la información que tomamos de ellos, así como la veracidad del material o validez de los hechos en el caso. Aunque ambos sean ciertos, seríamos negligentes si no condujésemos paralelamente nuestro propio análisis de los hechos, reconstrucción completa del comportamiento desde nuestro punto de vista de la dinámica del crimen. El consentimiento de aceptar la información que nos brinda un investigador como auténtico y exacto es un error en el que se puede caer. Diversos aspectos de la información suelen estar contaminados, obviamente sin intención, debido a la falta de consistencia o entrenamiento apropiado, así como de experiencia entre investigadores. Este es el error más crítico.

Otra de las equivocaciones más comunes es fallar en preguntarse constantemente el por qué. Si yo creo que esto pasó por determinada razón, entonces ¿por qué pasó?; Si una actitud esperable no se halla ¿por qué es que no se halla?

¿Cuales cree usted que pueden ser las motivaciones de los asesinos imitadores? (Copycat Murderers)

Los auténticos asesinos imitadores, no son como aquellos que se ven en los programas de televisión, son casos extremadamente raros. La razón de ello es porque normalmente están asociados con los agresores en serie como asesinos o violadores. Estos agresores están asociados en un conjunto de particularidades en su Modus Operandi y rituales conductuales (como requerimientos puntuales).

Un asesino imitador no va a tener las mismas necesidades psicosexuales. Esto se debe a que el único recurso para informarse al respecto, es lo que les llega por los medios o lo que las agencias de investigación permiten difundir. No deberían darse a conocer detalles confidenciales de los casos, pues es precisamente lo que estos ofensores necesitan para copiar.

Últimamente, la única razón para imitar al asesino sería levantar sospechas en cuando a ti, y si este fuese el caso, entones, en todo caso ¿por qué la policía tendría que tener sospechas de ti?. Es muy excitante en la televisión, pero en la realidad casi nunca ocurre y cuando se da, los investigadores pueden reconocer desde el principio, si este criminal es diferente del que trata de imitar.

¿Cómo surgió la idea del Manual de Clasificación del Crimen?

El manual de Clasificación del crimen fue un exitoso esfuerzo para articular la investigación empírica y la amplia experiencia de perfiladores investigadores del FBI, agentes de la ley, personal penitenciario, supervisores de libertad condicional y profesionales de la salud mental.

El propósito de esta segunda edición del MCC es la de estandarizar terminología adaptándola al campo de la justicia criminal, facilitar la comunicación entre las esferas de la justicia criminal y la salud mental; Instruir al sistema de justicia criminal y al público respecto a los tipos de crímenes que son cometidos, a los atributos que las víctimas tienen en común, agresores y escenas criminales, así como desarrollar una base de datos para la búsqueda de investigación.

Fue una aproximación bastante grande para clasificar el crimen. En la segunda edición, con la cual contribuí clasificando por primera vez el homicidio sexual de ancianas, fue actualizada con nueva información .

En la actualidad con ayuda del ADN y los avances de la criminalística. ¿existe algún caso no resuelto que desee ayudar a resolver?

Realmente me encantaría ayudar a resolver muchos casos. Aún me intrigan casi media docena de casos en los que trabajé cuando estaba en la Unidad de Análisis del Comportamiento en el FBI. Como socio de Robert Ressler, todavía seguimos trabajando en casos no resueltos de homicidios como parte de nuestra Consultora Forense de Análisis del comportamiento. Como miembro de la Asociación Vidocq (www.Vidocq.org), nos reunimos mensualmente para tratar algún nuevo caso de homicidio no resuelto en mi país.

¿Qué criminales no pueden llegar a rehabilitarse?

Creo que la investigación demostró que los delincuentes sexuales tienen un alto rango de reincidencia. Los criminales violentos diagnosticados como psicópatas, no se recuperan exitosamente, pero si saben cómo manipular a los sistemas penales y penitenciarios. Los agresores seriales han ampliamente corroborado que están más allá de dichos esfuerzos de rehabilitación. Por mi experiencia, existen muchas personas que han consumado hechos que califico, que describo, como encarnaciones demoníacas. Por la seguridad de la sociedad merecen ser encarcelados de por vida.

¿Existen limitaciones en la Técnica del Perfil Criminal?

La respuesta es sí por varias razones. Primero, mucha gente cree que la confección de un perfil criminal va a identificar a los responsables. Lo que realmente se logra es identificar el tipo de personalidad, comportamiento y características demográficas del agresor a fin de reducir la cantidad de sospechosos para el proceder policial. En segundo lugar, no todos los crímenes son aptos para el análisis de la investigación criminal. Los más indicados son aquellos donde se manifiestan altos grados de psicopatología, en otras palabras aquellos donde ha habido mucha interacción entre la víctima y el agresor y si la escena en cuestión es inusual, bizarra, esperable, excesivamente violenta o donde hay un grado significativo de ensañamiento o violencia post mortem. En tercer lugar la habilidad de conducir un análisis del comportamiento depende de la extensión y la calidad del material que se analiza. En un homicidio, esto incluye la información victimológica, fotos de la escena del crimen, los descubrimientos al comienzo de la investigación, protocolo y fotos de la autopsia, la evidencia recolectada y posteriormente revisada o analizada más sus resultados, testimonio de los testigos, diagramas, mapas, croquis, demografía del área criminal, fotos aéreas –si están a disposición- esto para mencionar lo más relevante.

Si la investigación inicial es pobre, es difícil comprender y optimizar los resultados. En esencia, el estudio de la conducta es una herramienta para ser usada en la circunstancia correcta y con las expectativas correspondientes para lo que puede otorgar.