Imperio de la Ley para el desarrollo económico

Por: Fundación Hacia la Seguridad
Imperio de la Ley

E L ECUADOR CONSTITUYE EL EJEMPLO TÍPICO del país que fue incapaz de imponer el imperio de la ley y de preservar el valor de su moneda, el sucre», dijo el lunes pasado, el economista Steven Hanke, de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, frente a 250 personas ávidas de conocer las reflexiones del experto en dolarización y seguridad jurídica, quien tras su conferencia, dejó un ‘manifiesto’ para que el Ecuador alcance, a través del Imperio de la Ley, las libertades económicas que le permitirán mejorar su desarrollo económico.

El teatro Calderón de la Barca, de la Universidad San Francisco, fue el escenario en el cual Hanke, inició su charla con una sentencia: «Cuando se lo aplica adecuadamente, el imperio de la ley garantiza las libertades en los ámbitos económico, político, intelectual y moral».

Hanke estableció durante su discurso la estrecha relación que existe entre el dinero y el imperio de la ley. «Resulta imposible captar el significado de la idea de dinero sano si uno no se percata de que éste fue ideado como instrumento de protección de las libertades civiles contra incursiones despóticas por parte de los gobiernos», dijo.

Hanke describió una situación parecida a la que vivió el Ecuador, previa a la dolarización, al referirse a las medidas que suelen adoptar los gobiernos que no logran proteger el valor de su dinero: «Si un gobierno tiene la opción de devaluar, aquellos que poseen el dinero emitido por dicho gobierno corren el riesgo de que sus derechos de propiedad sean confiscados en forma arbitraria, por medio de las devaluaciones.

Entonces, -se preguntó Hanke- ¿qué es lo que debe hacer un país si en el pasado no ha adherido al imperio de la ley y si no está en capacidad de preservar el valor de su moneda nacional? «Debe abandonar su moneda nacional y reemplazarla por una moneda extranjera de alta calidad. Al tomar semejante medida, un país reemplaza un imperio de la ley nacional débil (o inexistente) por un imperio extranjero más sólido. Obviamente esto proveerá una mejor protección para el dinero utilizado en el país que abandonó su moneda nacional. No es de sorprenderse que los líderes de escuelas de tendencias económicas divergentes hayan recurrido a la solución de la dolarización en países que no están en capacidad de aplicar el imperio de la ley en el ámbito monetario».
Ecuador y la dolarización

Entre aplausos y sonrisas, por los comentarios directos y críticos de su exposición, Hanke describió en qué circunstancias Ecuador ingresó a la dolarización y a los detractores del proceso monetario, del cual Hanke está convencido fue beneficioso para el país: «Con el imperio de la ley (y el sucre) por el piso, el Presidente Mahuad anunció, el 9 de Enero del 2000, que el Ecuador abandonaría el sucre y dolarizaría oficialmente la economía. Sin embargo, los críticos de la dolarización la condenaron como si fuera algo parecido a una medida económica vudú. Entre ellos el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central del Ecuador.

«Los exportadores del Ecuador también se han quejado de la dolarización. Sostienen que la sobreevaluación del dólar ha acabado con el sector de las exportaciones del Ecuador. Para decir las cosas cortésmente, ese argumento resulta sospechoso. Los gimoteos infundados de los exportadores obviamente no son cosa nueva. Deberían recordar una pequeña historia: el ejercicio de la opción de devaluación ha sido el meollo de la política de los bancos centrales en la mayoría de los países latinoamericanos durante décadas, a consecuencia de lo cual los tipos de interés y el costo del capital han estado por las nubes.

Por consiguiente, la modernización y la competitividad se han visto frenadas y los salarios reales han permanecido relativamente bajos. Además, el recurrir frecuentemente a la opción de devaluación ha sido la causa principal de las crisis y de la inestabilidad. Con la dolarización la competitividad mejora y los salarios reales aumentan porque el costo del capital es más bajo de lo que es con una moneda nacional que no vale nada. Así que la dolarización es un tónico tanto para los capitalistas como para sus empleados».

Situación económica del Ecuador es terrible

Para Hanke, el Ecuador no ha sabido aprovechar las oportunidades que le ha dado la dolarización: «El gobierno de Noboa se enredó en riñas de no acabar con el Fondo Monetario Internacional sobre asuntos que no representan más que moneditas dentro del contexto global. Eso acarreó el clásico desastre de mercadeo, siendo dominadas las noticias económicas que salían del Ecuador por el dedo acusador del FMI dirigido hacia el país. Si bien esa imagen del fiscal agresivo que atormenta a un delincuente inculpado vende periódicos, es una pesadilla para aquel que se encuentra en el banquillo de los acusados».

Hanke aseguró durante su conferencia y frente a un atento vicepresidente de la República, Alfredo Palacio, que aún con las ventajas de la dolarización, el Ecuador no logró aprender la regla de oro de la reforma: las reformas exitosas se crean localmente, desde abajo hacia arriba. No las imponen las organizaciones internacionales desde arriba hacia abajo. Toda esta situación, que Hanke califica «en una palabra terrible» lleva a que el país esté ubicado, en el Indice de Libertad Económica de 2003 «por la mayor parte, sin libertad». Apenas ocupa el puesto 118 sobre 156. Aún de acuerdo con las normas latinoamericanas, el Ecuador se encuentra en la parte inferior de la pirámide. Solo Venezuela, Haití, Suriname y Cuba están por debajo.

Cinco propuestas para la libertad económica

Pese a lo lamentable del diagnóstico, Hanke también presentó sus propuestas. Por ello ofreció a los empresarios, abogados, autoridades asistentes, un manifiesto para la libertad económica.

Hanke opinó que la clasificación de la libertad económica del Ecuador muestra en forma convincente que el liberalismo, o el neoliberalismo como se ha dado en llamarlo hoy en día, no se ha aplicado en el Ecuador.

Lo cual es una pena porque la libertad económica es el motor que conduce el crecimiento económico sostenible.

De acuerdo a Hanke, el PIB por habitante es bastante sensible a los cambios en la libertad económica, medidos con una variedad de índices. Por ejemplo, se puede esperar que un aumento del 10% en la libertad económica produzca un aumento en el PIB por habitante del 7.4 al 13.6 por ciento. Así que resulta lógico que el nivel de libertad económica explique la variación del 56 al 75 por ciento en el PIB por habitante en los diferentes países.

Al no seguir los preceptos del imperio de la ley, el Ecuador se encuentra a la vez mal gobernado y sobre-regulado. Para cambiar esta triste situación y adoptar la libertad económica, el Ecuador debería embarcarse en un programa de reformas drásticas.

1. Integración financiera:

Con la dolarización el Ecuador ha penetrado en una zona monetaria unificada con los Estados Unidos. Sin embargo, el sistema financiero del Ecuador todavía no está unificado con los Estados Unidos y el resto del mundo. Solamente tiene cuatros grandes bancos, y en la práctica, no están integrados en los mercados internacionales de capitales. Por lo tanto el Ecuador no puede aprovecharse de los beneficios totales de la dolarización. El Ecuador debería seguir el ejemplo de Panamá y cambiar sus leyes bancarias y sus regulaciones para facilitar la integración financiera.

Actualmente, 74 bancos operan en Panamá. Dos bancos pertenecen al Estado y representan el 12% de los activos totales del sistema bancario. Además, 29 bancos tienen licencia de bancos internacionales (extraterritoriales u offshore). Representan el 20% de los activos del sistema bancario. Más de las dos terceras partes de los activos del sistema bancario (el 68%) está en manos de bancos poseedores de licencias generales. Aquellos bancos que se fundaron después de la reforma bancaria de 1970 pueden operar tanto extraterritorialmente como en los mercados nacionales.

2. Transparencia y control tributarios.

Las operaciones tributarias del Ecuador son notoriamente opacas e incompletas. Asimismo, existe poco control tributario y poca rendición de cuentas.
Una reforma tributaria adecuada exigiría que el Ecuador publique toda una serie nacional de cuentas, la cual incluiría un balance general de sus activos y pasivos, y un estado de ingresos y egresos operando anualmente sobre una base de acumulación.

Esto es que se registren los gastos y los ingresos cuando se incurre en ellos, sin tomar en cuenta el momento en que el dinero cambió realmente de manos. La contabilidad acumulativa da un panorama mucho más preciso de las realidades y evita muchos trucos financieros a los cuales los hombres políticos pueden recurrir con la contabilidad de caja.

Para concluir la discusión sobre transparencia y fiscalización tributarias, es oportuno decir algunas palabras sobre el Banco Central del Ecuador. Si bien el Ecuador ya no tiene moneda nacional, tiene un banco central con 1200 empleados. Esto constituye un perfecto ejemplo de la ley de Parkinson: «El trabajo se dilata para llenar el tiempo disponible para su ejecución». Sin moneda nacional, el Banco Central ya no es necesario y debería abolirse. Mejor aún, el Banco Central debería tacharse de la Constitución que dispone su existencia, y si esto no es posible, al menos que esta disposición permanezca sin efecto.

3. Simplificación y reforma tributarias.

El sistema tributario del Ecuador es demasiado complejo y las tasas tope demasiado altas. La tasa tope del impuesto para el impuesto sobre la renta individual es del 25% y la tasa tope efectiva correspondiente para el impuesto sobre la renta de sociedades es del 36%. El Ecuador debería simplificar el sistema tributario e introducir una tasa de impuesto uniforme unificada para las rentas personales y de sociedades, y la tasa unificada debería fijarse entre el 10 y el 15 por ciento. Esta medida suministraría mayores incentivos para trabajar, ahorrar e invertir. Además resultaría más fácil manejar el sistema, mejoraría el cumplimiento de los contribuyentes, reduciría el tiempo necesario para respetar el código tributario y aumentaría los ingresos generados por los impuestos sobre la renta.

4. Votación por supermayoría.

Para las decisiones tributarias importantes, se debería establecer en el Ecuador la votación por supermayoría. Muchos países requieren una votación por supermayoría para las decisiones importantes. Una votación de dicha naturaleza protege a las «minorías» contra la tiranía potencial de la «mayoría simple». La regla de la votación por supermayoría resulta especialmente importante para proteger a las minorías en países como el Ecuador donde el proceso democrático no está enmarcado dentro de un imperio firme de la ley.

5. Desregulación.

La economía del Ecuador está envuelta en cinta roja y regulaciones. Gran parte de la carga de establecer un nuevo negocio es lo que podríamos llamar la tasa de instalación. ¿Cuánto cuesta empezar legalmente un nuevo negocio, en cuanto a costos impuestos por el gobierno? Esto es importante porque las nuevas empresas favorecen la competencia.

En el Ecuador, los costos impuestos por el gobierno fomentados por las regulaciones son onerosos e impiden la competencia. En principio, el establecer un nuevo negocio toma 141 días (sin tomar en cuenta los retrasos burocráticos). En Canadá, el tiempo que transcurre para dicho trámite es solamente de dos días y en los Estados Unidos de siete.

6. Privatización.

El costo público incurrido para suministrar cierta cantidad y cierta calidad de algún producto es aproximadamente dos veces mayor que en el sector privado. Para reducir drásticamente los costos de los bienes y servicios y aumentar la competitividad del Ecuador, las empresas del Estado deberían privatizarse.
El sector energético debería encontrarse en el primer lugar de la lista de privatizaciones del gobierno. Actualmente, el sector energético (incluyendo Petroecuador) sufre de despilfarro, fraude y abuso en gran escala. Los ingresos obtenidos deberían utilizarse para liquidar la deuda del Ecuador. Y en segundo lugar, el mismo saldo de los ingresos debería privatizarse en forma equitativa y distribuirse al pueblo ecuatoriano. Después de todo, no pertenece acaso el petróleo del Ecuador al pueblo ecuatoriano?

El doctor Hanke, quien fue invitado por Fundación Hacia la Seguridad-Imperio de la Ley, fue investido, al finalizar su charla, con un doctorado Honoris Causa, por parte de Santiago Gangotena, rector de la Universidad San Francisco de Quito.