MOBBING O ACOSO LABORAL
Causas frecuentes entre
empleadores o trabajadores
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Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño
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E STABLECIDO EN OTRAS PUBLICACIONES hemos dejado, que el mobbing o acoso laboral, es la acción de una o más personas que dentro de un centro de trabajo, dirigen contra un compañero, con el propósito insano de que abandone el cargo. Hemos dicho también que los acosadores utilizan distintos modos para lograr su perverso objetivo. Es el Mobbing un riesgo laboral de cualquier trabajador que se resume en el maltrato psicológico en el trabajo de forma sistemática y con un fin determinado.

Nos han pedido por correspondencia electrónica que abundemos acerca de las causas del mobbing, sobre algunas de las razones que pueden llevar a unos seres humanos a acometer psicológicamente, moralmente, contra otros seres humanos, en el lugar de trabajo. Los estudiosos señalan varias, entre otras:

La envidia

De la que bien cabe mencionar, la Editorial Paídos en la Colección «Los siete pecados capitales», ha publicado el trabajo de Joseph Epstein, en una de las más frecuentes causas.

«Aparte de Sócrates, Jesús, Marco Aurelio, San Francisco, la madre Teresa y unos pocos más, todos hemos sentido en un momento alguna punzada de envidia de diversa intensidad: desde ligeros alfilerazos hasta puñaladas profundas, hirientes y desgarradoras del alma humana. Tan extendida se encuentra, -he leído en alguna parte que la envidia se expresa en todas las lenguas conocidas- que uno está dispuesto a creer, que es el pecado del que mejor puede sostenerse que forma parte de la naturaleza humana.» Joseph Epestein. «La envidia» Pág. 30
La envidia surge por la plaza de trabajo que ha llegado a ocupar la victima del acoso. Los inconformes, atacaran con pretextos de género, raza, nacionalidad, experiencia, calificaciones y habilidades del acosado, comparándolas con las suyas propias o con su situación personal.

Le encontraran al acosado, siempre deficitario en cualquier aspecto que incomode al ego del acosador, quien se verá afectado por el logro ajeno.

La buena presencia física y la juventud, son para los agredidos material negativo que portan. Las personas envidiosas de esos regalos naturales, encontraran motivos para desprestigiar a sus compañeros y compañeras de buen ver y menos años.

Los trabajadores envidiosos de sus compañeros, son conscientes de las ventajas de los otros y por equiparar la situación o por quitarse del medio al que les perturba, actúan hostilmente con mala voluntad manifiesta, con gestos de provocadora enemistad que hacen sufrir a su victima, a tal punto que decide apartarse del trabajo cediendo en sus derechos constitucionales y legales, ante la dañina, perversa y malévola actitud de los acosadores envidiosos.
El Oxford English Dictionary, mencionado en la obra de Joseph Epestein, «La envidia», define a esta como:

«El sentimiento de mortificación y mala voluntad ocasionado por la contemplación de las mejores condiciones de que disfruta otra persona».
Como se ve, las mejores condiciones de otras personas, son materia de amargura proyectada a causar daño desde las acciones de los acosadores morales o psicológicos en el trabajo. Las llamadas mejores condiciones, pueden ser de las más diversas, como se ha de suponer, por ejemplo: las del horario de trabajo; las de oportunidades concedidas por el empleador para que determinado trabajador cuente con facilidades para su preparación académica; o concesiones de tiempo especial para madres trabajadoras, o que estén en etapa de lactancia o facilidades expresas, para trabajadores minusválidos o que sufren enfermedades muchas veces terminales.

El universo de la envidia es inagotable, pero una realidad dura en el mundo laboral, en el que en ocasiones por estrategia empresarial, algunos creen, la mejor política es dividir para reinar. Dividiendo a los trabajadores en grupos, puede según el criterio equivocado de ciertos, que dicen saber, evitar sindicatos o agrupaciones pro trabajadores.

El acoso por envidia se ejerce desde todos los niveles, las acciones pueden llegar desde los superiores a los subordinados, o desde estos, a los superiores y entre iguales. Siendo como es el acoso un acto pacato, de mediano y largo plazo, de soterradas actitudes, de resultados no siempre inmediatos, no caben sorpresas cuando algún trabajador de alto cargo en determinada empresa, decide irse porque ha venido siendo victima de acoso moral por parte de un grupo de trabajadores subordinados. Si esto se da con los ejecutivos o altos rangos, es claro suponer que en los sectores considerados más vulnerables se darán escenarios más propicios para los acosadores.

Contará siempre el temple, la personalidad, el grado del conocimiento del trabajador o de la persona acosada para que los agentes activos del acoso logren o no sus propósitos. Mientras más y mejor preparado este el trabajador, mientras más conozca sus derechos será menos fácil de doblegar.
El acosador es un minador de personalidades, un manipulador, un elemento nocivo que ha de ser enfrentado con firmeza de carácter por el acosado, que ha de procurar dejarlo en evidencia ante sus compañeros o superiores; y, si el acosador es un instrumento del empleador, entonces, el acosado ha de buscar pronto el concurso de un profesional del derecho a quien comentar el caso y éste sabrá como poner el tema en manos de las autoridades correspondientes.
El psicoterror
Suecia fue el primer país que tipificó el acoso laboral o psicoterror como delito laboral el año 1983. En España, el Tribunal Supremo dictó la primera sentencia condenando al pago de indemnizaciones por daños y perjuicios a un Ayuntamiento en el que se habían detectado conductas de acoso laboral en contra de un funcionario municipal el 23 de junio de 2001.

En nuestro país, en el que sin duda ocurren diariamente este tipo de actos, el Poder Legislativo ha de interesarse en investigar sobre el problema para adecuar en las leyes laborales y penales, normas que prevengan, disuadan y sancionen expresa y duramente el acoso laboral o psicoterror.

Las Organizaciones de los trabajadores, los sindicatos, los comités de empresa, los gremios profesionales, han de tomar cartas en este asunto.

Los deportistas profesionales, los futbolistas, especialmente, han de recurrir a su gremio y ante las autoridades del trabajo a denunciar a aquellos dirigentes que los acosan en sus trabajos con amenazas de romper contratos, de multas, de sanciones ante la Federación Ecuatoriana de Fútbol, carentes de sustento legal y moral, de suspensiones unilaterales en las que no se les ha permitido el legítimo derecho a la defensa.

La falta de ocupación efectiva

Es una forma recurrente de acoso laboral, especialmente entre los deportistas profesionales. A los jugadores de fútbol se los somete a forzadas desapariciones frente al público, no se los toma en cuenta para los partidos, se dice que cobran sin jugar, se habla de ellos públicamente como si se los mantuviera en nomina por lástima o para no tener problemas legales, se les cambia de categoría a divisiones menores, lo que al final los desacredita, les hace perder cotización en el mercado laboral, les daña moralmente.

Se propaga por los medios que no se adaptan a las condiciones del equipo, entiéndase estas: técnicas, sociales o de relación con sus compañeros, dirigentes o económicas, se les impide francamente jugar, hasta que se despechan y se van.
La falta de ocupación efectiva, es una perversa sutileza del acoso laboral, no solo en el fútbol sino en todas las actividades, ya que al trabajador se lo enfrenta con su propia dignidad, quitándole labores y «pagándole, dizque por no hacer nada», lo que tarde o temprano concluye con la renuncia provocada injustamente y premeditadamente por el acosador laboral.

Urgentes denuncias y alarmas

Mientras más se guarde el trabajador acosado el problema, mas grave será su situación, por ello, deberá en primer lugar hacer saber de su drama a su familia, luego recurrirá al profesional del derecho y con este ante las autoridades y ante los sindicatos y gremios. La sociedad entera ha de acudir en apoyo de los acosados moralmente por sus empleadores o compañeros de trabajo. Se tiene que concienciar a la colectividad de este mal, que es lo que desde esta página hacemos, a fin de que se respeten los derechos de los trabajadores en todos los niveles y ocupaciones.

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