ASOCIACION LATINOAMERICANA PARA LOS DERECHOS HUMANOS
D ESDE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL se ha producido un prodigioso desarrollo de ideas, expresiones, modelos de conducta, normas e instituciones cuya novedad no reside tanto en su naturaleza como en la escala en que ha ocurrido. Tal desarrollo ha dado lugar a lo que puede definirse sin exageraciones como «fenómeno de los derechos humanos». Ciertamente, tal fenómeno no ha surgido de la nada, sino que es el resultado de un pasado común a toda la humanidad, en cuanto que los derechos humanos han estado presentes en las principales tendencias del pensamiento […] Aunque tiene su raÃz en el pasado, este fenómeno está Ãntimamente unido también al presente, un presente en proceso de continuos cambios .
Derechos de los Pueblos o de la Solidaridad
A los derechos civiles y polÃticos (primera generación) y los derechos económicos, sociales y culturales (segunda generación) vinieron a sumarse, en los años 70, un conjunto de derechos denominados de los pueblos o de la solidaridad, que incluyen el derecho a la autodeterminación, a la paz, al desarrollo, a la democracia, a la integración, a recibir y producir información equitativamente, al medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado, a beneficiarse del patrimonio común de la humanidad.
Si bien tanto en la legislación internacional (Art. 28 de la Declaración universal de los derechos del hombre) como en las legislaciones nacionales hay algunas referencias de carácter genérico que de algún modo contienen a esta categorÃa de derechos, dada su reciente aparición aún carecen de consagración jurÃdica y sus garantÃas se encuentran todavÃa en la difÃcil etapa de elaboración, no exenta, por cierto, de dificultades y sostenidas oposiciones.
«Además de que añejos problemas persisten, nuevas amenazas y crecientes peligros se ciernen sobre todo el género humano, planteando nuevas dificultades cuando no nuevos desafÃos que reclaman ser enmarcados con miras a su solución», señala Jorge Carpizo al explicar los fundamentos de esta tercera generación de derechos. «En efecto -dice-, en nuestros dÃas parece irrefrenable el deterioro ecológico a nivel planetario; el hambre, la desnutrición y la insalubridad causan estragos en pueblos enteros, centenas de millones de seres humanos se debaten entre la miseria, la discriminación, la explotación y la opresión y, por si esto fuera poco, sobre la humanidad toda pende la amenaza de extinción a través de una hecatombe nuclear. Son estos algunos de los problemas, peligros y amenazas que dan objeto y sentido a los Derechos Humanos de la tercera generación o derechos de la solidaridad».
Declaración de los derechos de los Pueblos
Pese a la ausencia de un texto internacional suscrito por los Estados que declare y enuncie expresamente estos derechos, existen algunos intentos interesantes como la Declaración de los derechos de los pueblos, suscrita por un nutrido grupo de personalidades en Argel en 1976, y el anteproyecto del Pacto internacional relativo a los derechos de la solidaridad, preparado por un equipo de expertos para la fundación Armand Hammer.
Especial Naturaleza
Estos derechos abarcan un doble y simultáneo carácter en cuanto a su titularidad, puesto que pertenecen a cada individuo y a la vez al conjunto del pueblo e incluso a la comunidad internacional. Por su especial naturaleza, son, por una parte, de defensa frente al Estado (el Estado debe abstenerse de violarlos) y, por otra, son demandables del Estado (el Estado debe crear las condiciones para su realización). Se requiere de todos los actores sociales para su cumplimiento; exigen la concertación solidaria tanto del Estado como de los individuos de las entidades públicas y privadas de la comunidad internacional; y, plantean exigencias en el plano nacional y en el internacional. En efecto, su realización demanda la creación de condiciones nuevas en el campo de las relaciones internacionales.
Combinación de Elementos
Como explica Héctor Gros Espiell , «mientras los derechos civiles y polÃticos suponen en lo esencial un deber de abstención del Estado, los económicos, sociales y culturales implican un hacer estatal que brinde los servicios, las prestaciones y los medios necesarios para que puedan existir. En cambio, los de la tercera generación combinan ambos elementos, ya que requieren no hacer de la autoridad a efectos de no inhibir su libre ejercicio, pero necesitan también de un hacer estatal (polÃticas de desarrollo, de paz, de defensa del medio ambiente, etc.) Pero exigen también una acción de la comunidad internacional, ya que no puede haber desarrollo, ni protección del medio ambiente, ni paz, ni reconocimiento del ‘patrimonio común de la humanidad’ ni consiguientemente vigencia efectiva de estos derechos de la tercera generación, sin una acción internacional correlativa».
La definición, reconocimiento y consagración de estos derechos es una tarea aún pendiente y estará sujeta al avance y consolidación de las democracias, a la incorporación de polÃticas tendientes al desarrollo y a la justicia social y, sobre todo, al establecimiento de nuevas y diferentes condiciones en materia de las relaciones entre los estados, o sea a la asunción del principio de la solidaridad por parte de la comunidad internacional. Un claro desafÃo para el mundo entero, de cara al año 2000.
FRASES
Conviene considerar el conjunto de la humanidad como un solo organismo, y un pueblo como uno de sus miembros. Un dolor que afecta a la punta de un dedo hace padecer a todo el sistema. Si hay desorden en cualquier parte del mundo, no podemos desentendernos de ello. Debemos tratar de remediarlo como si hubiera surgido en medio de nosotros.
Kemal Pasha Atatürk
1937
Me parece, cuando se ve arder o caerse la casa del vecino, que hay motivo para temer, tanto como para tener compasión, puesto que la sociedad humana es un cuerpo, cuyos miembros tienen todos una simpatÃa, de manera que es imposible que las enfermedades de uno no se comuniquen a los otros.
Emeric Crucé
Francia
1623Derechos de los pueblos o de la solidaridad
· A la autodeterminación
· A la paz
· Al desarrollo
· A la democracia
· A la integración
· A recibir y producir información equitativamente
· Al medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado
· A beneficiarse del patrimonio común de la humanidad