SEGURIAD CIUDADANA: UN DEBER DEL ESTADO
El control de la violencia en el fútbol
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Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J.
Especialista en Derecho Laboral y Deportivo
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E CUADOR CLASIFICÓ PARA JUGAR el Mundial de Fútbol en Alemania 2006, se ha festejado tal hecho por todo lo alto, las campañas político deportivas para reelección a los cargos dirigenciales de la FEF, se sustentaran en aquello que lograron jugadores y técnicos en las canchas y para lo que aportaron algunos dirigentes desde las instancias que les correspondía.

Es bueno lo alcanzado sin duda, pero más creemos que había la obligación de hacerlo. Se trataba de cumplir con el deber?, ya veremos que sucede en la siguiente etapa, la que ha de justificar la clasificación. Es hora de mostrar los verdaderos progresos en territorio teutón.

Que no se exagere en homenajes, es hora de crecer y superar ciertos «parroquianismos», el cumplimiento del deber no ha de ser mirado como merito y menos como sacrificio, así como no ha de ser elemento del currículum de vida de nadie, «ser honesto», trabajo bien hecho.

Tomemos en cuenta que los señores futbolistas profesionales que integran la selección de fútbol han cobrado y bien, al igual que los técnicos se lo han ganado en buena ley, han devengado con responsabilidad y los dirigentes, superadas las emociones, han cumplido con lo que se comprometieron voluntariamente.

La violencia en el fútbol

En el fútbol nacional no todo es de color rosa, algunos desde las alturas viven en una nube así pintada, y entre sonrisas y política deportiva, no han enfrentado con la tenacidad necesaria el problema de la violencia en escenarios y espectáculos futbolísticos.

Estas cuartillas se escriben horas antes de que en Quito se juegue un partido de alto riesgo, Liga de Quito, versus, Barcelona, dos equipos tradicionales y populares que cuentan con miles de seguidores que respetan el derecho ajeno de manifestar con algarabía y pasión el amor por la camiseta preferida.

Pero dos equipos que, como otros en el país tienen «hinchas violentos», en muchos casos delincuentes que amparados en el anonimato, en la impunidad que surge de actuar a cubierto dentro de una masa de antisociales enardecidos, atacan de palabra y obra con premeditación, alevosía y ventaja a personas inocentes, familias enteras, hombres, mujeres, niños y ancianos, que han llegado a los estadios para disfrutar del espectáculo futbolístico y que reciben vejámenes de todo tipo, no solo en las aposentadurías de los escenarios deportivos, sino que son agraviados fuera de ellos, en las zonas aledañas, en los transportes públicos y en sus propios vehículos.

La historia ya registra casos de destrucción de automóviles en los parqueaderos de los estadios de Liga y Barcelona, de bombas lacrimógenas, de lluvia de piedras en las afueras de los estadios, de botellas lanzadas desde suites, tribunas y generales, de jugadores impactados, de árbitros lastimados, de intentos de agresión a dirigentes y jugadores; es decir la violencia en su máxima expresión.

Los pillastres que se incrustan en los estadios de fútbol enfundados en camisetas deportivas, encuentran allí espacios propicios para cometer desafueros y atentar contra la vida, la integridad física de las personas y los bienes de ellas.

¿Que ha hecho la matriz del fútbol ecuatoriano en este tema que sí le compete?
Poco o casi nada, algunos dirigentes independientes, serios y enterados, que interesados en el tema hemos insistido en mantenerlo latente, constan registradas dando las alarmas y advirtiendo que la violencia en los estadios de fútbol y la inseguridad para los aficionados en los mismos, tarde o temprano tendrán consecuencias lamentables.

Es verdad que con ocasión de cada partido y según la calificación del riesgo, algunos dirigentes de las asociaciones, sobre todo de las más grandes, las de Quito y Guayaquil, se preocupan sobre la coyuntura para implementar medidas con el permanente apoyo de la Policía Nacional. Es cierto que en algunos estadios como el de LDU, se ha logrado sistematizar sistemas de seguridad que sin embargo en ocasiones ha sido desbordado, pero esto es lo puntual.

No hay una política de seguridad ni de prevención que provenga de la Ecuatoriana de Fútbol, lo que es más criticable, no existe una política de seguridad para escenarios y espectáculos deportivos que surja del Estado, que es el obligado a velar por la seguridad ciudadana, lo que no sorprende, pero indigna. Deberían preocuparse de este tema, lo hemos dicho ya en los Municipios, en la Senader. ¿Será cuando la tragedia se haya instalado?

Hemos visto días atrás al mandatario de la Nación, en estrechos abrazos con los jugadores de la selección de fútbol, ahora que hemos clasificado y hemos visto propaganda oficial aprovechándose de tal hecho deportivo. Lo que nadie ha conocido ni ha visto, es que desde la Presidencia de la República por ejemplo, se conmine al IESS a que haga cumplir la ley, a los dirigentes y a los clubes de fútbol que no afilian al seguro social a los jugadores que nos dan tantas alegrías.

Va siendo hora de que los abrazos y las fotos con los futbolistas que hacen famosos a dirigentes y políticos, sean trocados por acciones legales y sociales, en beneficio directo de los profesionales del fútbol, sino todo aparece como barata demagogia y aprovechamiento de imagen, trabajo y triunfos ajenos.

Necesaria aprobación de la
Ley contra la Violencia en los Escenarios Deportivos

Las acciones desde el poder del fútbol ante las instancias del Estado, por lograr de una buena vez, la definitiva aprobación de una Ley contra la Violencia en los Escenarios Deportivos y expresamente en los del fútbol profesional no llegan a contarse en los dedos de una mano.

Nuestras investigaciones sobre el tema nos han llevado a conocer de la preocupación constante que ha mantenido un dirigente, el Diputado Carlos Kure Montes, que solo ante el mundo ha elaborado un nuevo Pre-proyecto de Ley contra la violencia en los escenarios del fútbol profesional, que reemplaza a otro que conjuntamente con investigadores del fútbol y del Derecho Deportivo presentáramos años atrás al Congreso Nacional y que ahora duerme en el congelador.

Rescatamos la perseverancia de Carlos Kure, que se ha batido solo en la dirigencia deportiva y en la legislatura, para lograr el tratamiento y análisis de una ley que es necesaria en el Ecuador. Una ley que le permitiría a la Policía Nacional y a los Jueces actuar en defensa de los ciudadanos amantes del deporte popular, que ahora como están las cosas corren serios riesgos cuando resuelven asistir mirar el fútbol donde la inseguridad campea.

Pre-proyecto de Ley

Hemos obtenido el Pre-proyecto de Ley que el Diputado Carlos Kure presentará en los próximos días al Congreso Nacional, lo vamos a publicar advirtiendo que será sometido a todos los trámites necesarios, pero señalando igualmente con firmeza que este medio seguirá el tratamiento que los políticos le den al mismo, hasta que sea Ley de la Republica.

Aspiramos como ciudadanos llanos y comunicadores sociales a que el fútbol corporativamente de el apoyo necesario al Pre-proyecto de Kure, que sin duda es más viable que el presentado tiempo atrás.

Que no aparezcan esos opositores interesados, a los que les conviene que las cosas se mantengan como están. Que se piense en las miles de vidas que asisten al fútbol, que no pueden estar en riesgo permanente, que se pueden evitar tragedias contando a tiempo con normas preventivas, disuasivas y sancionadoras de alcance nacional.

El citado Preproyecto dice:

Exposición de motivos:

Ley de prevención y sanción de hechos de violencia en escenarios deportivos con ocasión de espectáculos de fútbol profesional.
El Fútbol profesional en el Ecuador en la última década, se ha desarrollado cuantitativa y cualitativamente.

La sociedad cada día es más participe de las actividades de sus clubes favoritos y de las actuaciones del Seleccionado Nacional.

Con los progresos técnicos, también han llegado por influencias externas, malas prácticas que se expresan fundamentalmente en actos violentos que se comenten en los escenarios deportivos, antes, durante y después de las programaciones futbolísticas.

Siendo el deporte en cualquiera de sus manifestaciones una herramienta fundamental para el desarrollo de los pueblos, ha de contar con el apoyo normativo del Estado para que sus principales valores no se degraden; y, la violencia y la actuación de grupos violentos organizados o no, en los escenarios deportivos y en los partidos de fútbol profesional en general, no progresen a tal punto de atentar contra la existencia misma de la actividad.

La violencia en los escenarios deportivos es un caldo de cultivo de peligrosos contrarios al deporte, los mismos que atentan contra el derecho a la vida y a la integridad física de los ciudadanos, que atenta contra su derecho a un sano esparcimiento y al derecho de utilizar correctamente los espacios de ocio, que atenta contra la inversión privada de los clubes y de la propiedad privada de los mismos y de los espectadores o asistentes.

Esta Ley se presenta en el presupuesto Constitucional que defiende los derechos básicos de las personas y de las instituciones que no pueden verse avasallados o destruidos, por los grupos violentos que ya han hecho presencia en los escenarios y espectáculos deportivos en el Ecuador, especialmente en las competencias futbolísticas.

El Congreso Nacional de la República del Ecuador

Considerando

Que el deporte es un derecho social y como tal una actividad humana de las de mayor expansión en el mundo.

Que el fútbol profesional es una actividad deportiva de gran capacidad de convocatoria y arraigo en la población.

Que el deporte en general y el fútbol profesional en particular por el interés que genera en la ciudadanía y especialmente en los jóvenes han de aportar al esparcimiento individual y colectivo, ya que el fútbol profesional es uno de los deportes que permiten la adecuada utilización del ocio.

Que el que fútbol profesional por su difusión y masificación puede ser parte del desarrollo sociocultural del país.

Que El Estado no puede permanecer impasible ante el aumento de los incidentes provocados por grupos de violentos en los Estadios y Escenarios Deportivos en los que se practica el fútbol profesional.

Que el Estado no puede consentir que antes durante y después de la realización de los partidos de fútbol se instale un ambiente bélico en ningún lugar del Ecuador.

Que los actos violentos e infracciones punibles cometidas por personas o grupos de personas organizadas o no en los escenarios deportivos donde se practique fútbol profesional, no pueden quedar impunes.

Que es deber del Estado el diseñar líneas maestras de prevención de la violencia deportivas que se articulen en normas organizativas, preventivas y represivas.

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