Los Abogados y el fortalecimiento de la Administración de Justicia

Dr. Manuel Rosales Cárdenas

Servidores de la Justicia

Los abogados, no somos sino los servidores de la justicia y colaboradores de su administración, nuestro objetivo fundamental es mantener el equilibrio de la sociedad dentro del marco legal.
Además del servicio al cliente, de sus derechos y de sus aspiraciones que han sido conculcadas.
El abogado representa al profesional al cual concurren los ciudadanos para que a través de él se canalicen sus aspiraciones, sea mediante demandas, petitorios, o gestiones, ya se trate de recurrir ante jueces o magistrados, administradores públicos, o autoridades ante los jueces muchas veces se dirime la controversia que tienen los clientes mediante la exposición de los problemas y una rápida administración de justicia por parte de la autoridad.
Sus normas de conducta tienen que ser extraordinarias y deben, en todo momento, mantener una forma de actuar rectilínea y apegada a su código de honor, a su Ley de Federación de Abogados y a las disposiciones que existen sobre los cuales sabemos normar nuestra conducta y nuestros actos

El Abogado en ejercicio profesional

– Debe defender el derecho de su cliente.

– No debe aconsejarlo a iniciar acciones que él sabe están perdidas, peor aconsejar actos dolosos.

– Debe defender al criminal y al delincuente para que la ley se aplique en forma justa y de acuerdo a la realidad de los acontecimientos.

РDebe denunciar la conducta corrupta de jueces, funcionarios p̼blicos y colegas ante las autoridades competentes y ante su Colegio o al Tribunal de Honor.

– Debe guardar el secreto profesional.

Todas estas acciones han de estar de acuerdo con la ética y la moral.
Podríamos seguir anotando todas las condiciones que debe reunir un abogado para poder defender a su cliente y convertirse en el vigilante más celoso de la aplicación y el cumplimiento de las normas legales, pero considero que está dicho lo esencial.

Apoyo a la magistratura

El Abogado no tiene sino su conciencia, su libertad, el conocimiento y la posibilidad de denuncia; en consecuencia, debe apoyar a la Magistratura. Debe tratar por todos los medios de que el nombramiento de los Magistrados y de los Jueces tengan un denominador común: el conocimiento, la capacidad, y la imparcialidad, esto lamentablemente, muy pocas veces se logra.
La administración de justicia, en el más estricto derecho, no es sino la aplicación de la Ley por parte de los tribuales y Juzgados establecidos por la Constitución y las leyes.
En consecuencia siendo los Tribunales y Juzgados los que se encargan de la administración de justicia, podría señalarse prácticamente, sin equivocarnos, «de que el abogado es un servidor de la justicia y un colaborador de su administración» y que todo aquello que puede hacer no es sino el impulsar los juicios, el litigar con conocimiento, el denunciar la práctica judicial corrompida, el tratar, a través de su Colegio, de obtener, que el Magistrado esté al margen de consideraciones políticas o conciertas personales y que todos ellos: magistrados y jueces reúnan todos los requisitos para desempeñar su cargo.

– Apoya la justicia cuando no regala su firma a tinterillos y tramitadores.

– Cuando no lo corrompe con coimas o con billeteos; y,

– Cuando denuncia todas las inmoralidades que se cometen en la tramitación de un juicio.

Lamentablemente los abogados y la administración de justicia no tienen vínculos que les permita una coordinación adecuada y una ayuda mutua permanente. Los Abogados y la administración de justicia tienen sus propios procedimientos para tratar la corrupción y los atentados contra la ley. El Colegio de Abogados al cual pertenecen obligatoriamente magistrados, jueces, tribunales de justicia, etc., tienen como elemento sancionador al Tribual de Honor; su objeto es encargarse de conocer y juzgar la conducta del afiliado en el ejercicio de su profesión, sin perjuicio de las acciones civiles o penales que hubiere lugar, de conformidad con la Ley.

El Tribunal de Honor

Básicamente le corresponde vigilar y sancionar:

a) Faltas cometidas en el patrocinio de los asuntos que se le hubieren encomendado.

b) Negligencia en el cumplimiento de sus obligaciones como Abogado, en el procedimiento judicial;

c) Inobservancia de las obligaciones determinadas en las leyes que les conciernen.

d) Ofensas a los magistrados, jueces y a los abogados en el ejercicio profesional.

e) Ejercicio ilegal de la profesión.

f) Violación del secreto profesional.

g) Difamación de un Abogado afiliado, con ocasión de su ejercicio profesional; y,

h) Los demás que constituyan quebrantamiento de las normas del Código de Etica profesional.»

Los magistrados y jueces pude ser sancionados por el reglamento de Carrera Judicial y la Comisión de Quejas y Reclamos.

Estamos perdiendo la fe en la justicia

A pesar de existir estas disposiciones legales, en la práctica no funciona eso y es muy grave para los abogados que poco a poco estamos perdiendo la fe en la justicia, y entendiendo que los jueces y magistrados pierden su fe en los abogados.
La justicia está compuesta: por jueces y magistrados, abogados y servidores judiciales, esta es la realidad, al margen de lo que dispongan las leyes, al margen de la falta de coordinación; y, de la falta de comunicación, que hace que cada uno de los estrados tengamos Federaciones separadas, independientes e incluso antagónicas que no se sientan a conversar ni un solo momento.
Ayer escuché que la administración de justicia estaba formada por jueces y magistrados y eventualmente con la coordinación de los Servidores Judiciales, si esto es así como podemos ayudar los abogados al fortalecimiento de la administración de justicia, sino somos sino servidores de la misma, y hasta nos constituimos en elementos de denuncia y no en elementos que coadyuve a la buena administración de justicia.

Integración, coordinación e intercambio

La coordinación, el intercambio de experiencias es importante; y, fundamentalmente la integración de los abogados a determinados tribunales como por ejemplo: para seleccionar notarios, para sancionar a jueces y magistrados corruptos, para escoger a los jueces cuando existen vacantes. Esta es una forma de integrarse, de coordinar acciones incorporando profesionales imparciales, esta es una forma de impulsar el fortalecimiento de la administración de justicia; como lo es también, analizar nuestras falencias que no son otras que:

– La falta de colegios profesionales fuertes que llenen espacios y hagan presencia en la vida de la comunidad.

– La poca participación en las reformas y en la elaboración de las leyes.

– La inexistente lucha en contra de tinterillos y administradores.

– La falta de denuncias en contra de servidores judiciales que ejercen su profesión con la complicidad de nuestros propios abogados.

– La no participación en las escuelas de derecho, a fin de coordinar programas de capacitación, de post-grado, de análisis de las materias de estudios y de la creación del servicio gratuito a la comunidad por un lapso de por lo menos un año de los abogados que recién se gradúan.

– La ausencia de brigadas que vayan a los barrios a informarles a los ciudadanos y instruirles sobre sus derechos fundamentales.

– La poca colaboración e indiferencia para fortalecer estas nuevas instituciones constitucionales como el Derecho de Amparo, el habeas data, la defensoría del pueblo, etc.

Fortalecer la justicia

La realización y mejoramiento de lo anterior sería la forma de fortalecer la justicia, aunque también ésta debería tener la otra vía, que jueces y magistrados colaboren y ayuden a los abogados, mediante un ejercicio judicial honesto que se refleje en: la celeridad en el despacho de los trámites, el ejercicio de la independencia interna y externa, en la imparcialidad, en la inmediación y en el debido proceso.
Es posible que mi punto de vista, suene negativo pero creo que este es el comienzo, y a medida que pasa al tiempo estoy seguro que seguiremos impulsando el fortalecimiento, la coordinación y la unidad de jueces y magistrados, abogados y servidores judiciales única forma de robustecer la administración de justicia.

Recobrar la fe para alcanzar el sitio que siempre tuvimos

La justicia está en crisis como lo están muchas actividades humanas.
Posiblementees el sistema, la estructura o la política institucional por los tres poderes que no le permiten una independencia que básicamente es política y económica.
Hay crisis de credibilidad, hay crisis de moralidad, hay crisis de conocimiento y de capacitación, estamos caminando en nuestro propio terreno durante mucho tiempo, y estas jornadas son el principio, son el campanazo que nos recuerda que el futuro está siempre adelante.
Igual nos pasa a los abogados, nos falta ética, moral, conocimiento y capacitación, recobrar nuestra fe en nosotros mismos, en nuestras virtualidades y en unificarnos para impulsar nuestro perfeccionamiento como único medio de alcanzar el sitio que siempre tuvimos dentro de la comunidad, para coadyuvar con la justicia, en una paz duradera y fecunda, en donde nadie se haga justicia por su propia mano, sino que recurra a los tribunales competentes y que estos como producto de la reflexión, de las pruebas, del derecho de defensa, de las disposiciones legales vigentes, condenen o declaren inocente a una persona.
Pero lo importante es estar en pleno conocimiento de la realidad socio-económica del país, para tener la capacidad de elaborar leyes que reflejen una realidad y la permitan superarla.