No al racismo

Por: Dr. Osvaldo Paz y Miño J.
EXPERTO EN DERECHO DEPORTIVO
EXPERTO EN DERECHO LABORAL
[email protected]

Los seres humanos como tales, somos iguales todos. Por eso, la muerte no hace distingos sociales, Y nos empata. Nos embarca a todos en el mismo final. El color de la piel no debe hacer diferencias. Como tampoco el dinero. Las desigualdades creadas por la fatuidad del poder económico y por la vanidad, de quienes se creen superiores a otros por tener más claridad en la epidermis, solo le han traído desgracias al mundo.

El deporte no ha de ser caldo de cultivo para sentimientos racistas. La Carta Olímpica proscribe expresiones intolerantes, por el matiz de la piel. La Constitución de la Republica del Ecuador, igualmente veta, las manifestaciones o discriminaciones racistas. En Europa, se sanciona con rigurosidad a los estadios de fútbol donde los agresores racistas alardean.

En nuestro país es imperiosa una normativa contra esta forma de violencia injusta, tan arraigada. La Federación Ecuatoriana de Fútbol, por ejemplo, debe tomar cartas en el asunto, sin condicionamientos políticos deportivos. Pronto. Los medios de comunicación denunciar a dirigentes de cualquier nivel, deporte o actividad que hagan gala de su fobia racista o regionalista.

En la Ley del Deporte, pendiente de renovación, se han de incluir reglas que impidan el crecimiento de tan peligroso problema social. La Secretaría de Deportes podría destinar fondos a campañas públicas para educar a la colectividad en el respeto a la diversidad. Los ciudadanos hacer conciencia de que ofender a nuestros deportistas por su raza es como escupir al cielo.