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Psicología Anormal

Dr. Fabián Mensías Pavón
PROFESOR DE PSICOLOGIA JURIDICA UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR – UNIVERSIDAD SEK INTERNACIONAL – MIEMBRO DE LA SOCIEDAD IBEROAMAERICA DE PSICOLOGIA JURIDICA

E N LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN COLECTIVA , aparece constantemente algo sobre personas psicológicamente perturbadas.

¿QUE ES LO ANORMAL?

Se dice que es anormal, cuando un individuo tiene incapacidad para reconocer la realidad. Cuando a nivel estadístico es una rareza, y la mayoría de las personas no piensan ni actúan como él. Además, sus pensamientos o la conducta deben ser indeseables.
La Psicología Anormal, es el estudio de las diferentes formas de comportamiento de la gente. No todas las clases de conductas diferentes se consideran anormales. El estudio de la Psicología Anormal versa primordialmente sobre la conducta diferente o desviada que es desadaptada. Conducta desadaptada significa que la gente no es capaz de manejar las situaciones tan bien como desearía hacerlo, o tan bien como la demás gente lo espera.
Sería anormal si un individuo no realiza ningún trabajo productivo, no tiene una relación sexual íntima, no tiene amigos, le resulta difícil llevarse bien con sus padres, hermanos, tiene problemas para movilizarse de un lugar a otro, pierde sus cosas constantemente. Es decir, el sujeto está desadaptado en todas estas áreas de la vida.
No todos los individuos que se desvían de este perfil están gravemente trastornados.

Algunos pueden diferenciarse sólo en un aspecto

O bien una persona puede tener un episodio transitorio (psicosis reactiva breve) de conducta extraña y, luego volver a una vida muy normal. Es decir, debemos considerar el grado de alteración del sujeto, ya que puede oscilar desde un nivel muy leve hasta un deterioro tal que necesite hospitalización y tratamiento intensivo.
Con el afán de hacer más fácil el diagnóstico de los diversos trastornos mentales, la American Psychiatric Association (APA) elaboró, en 1952, una guía intitulada Manual diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM).
En 1987 se publicó en Estados Unidos el DSM-III revisado (DSM-III-R). Esta edición, es menos polémica que las anteriores; sin embargo, calificados profesionales de la salud mental han manifestado su desacuerdo con las definiciones de muchos trastornos.
El objetivo de los autores es ayudar a los clínicos a tratar y guiar a los pacientes; confeccionar categorías; dar diagnósticos fiables; poner en conocimiento de clínicos varias convicciones teóricas; reflejar datos de la investigación del momento y eliminar términos que no son útiles.
Uno de los cambios más polémicos en el DSM-III, en relación al DSM-II, 1968, es la omisión de la homosexualidad como un trastorno mental, a no ser que el individuo no esté contento con su orientación sexual y quiera ser heterosexual. Un grupo de psiquiatras ha puesto reparos a esta definición, manifestando que la homosexualidad en sí es un trastorno mental, al margen de cómo se sienta el individuo. Otra controversia está en relación a la eliminación del término «neurosis», ya que se aleja de la orientación freudiana.
Los trastornos que solían llamarse «neurosis» se clasifican hoy como trastornos por ansiedad, afectivos, somatoformos y trastornos disociativos. Las personas que sufren estos trastornos tienen dificultades para afrontar determinados aspectos de su vida, pero generalmente no necesitan hospitalización.
Sin embargo, a pesar de todas las objeciones, por el momento el DSM-III-R, sigue siendo la guía más amplia para definir la conducta anormal de la manera más específica posible.

Cuando hablamos de psicología anormal en términos de «psicopatología» o «enfermedad mental» en contraposición a «salud mental», pensamos en términos médicos.

Aceptar esta explicación conduce a llamar «enfermas» a las personas que actúan de manera extraña, encargando su cuidado a médicos, internándoles en hospitales o tratándoles como «pacientes externos», con una gran variedad de técnicas físicas (fármacos, electroshock, curas de sueño, vitaminas, etc.). Esto libera al sujeto de la responsabilidad de su conducta, así como a las fuerzas sociales que pueden estar contribuyendo a los problemas del individuo.
Penalmente los «neuróticos» son responsables de todos sus actos, siendo por lo tanto imputables de las violaciones al C.P.y Civil.

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD SEGUN: DSM-III-R, Y SUS APORTES AL CAMPO JURIDICO

Características.- Según el DSM-III-R, los rasgos de personalidad son patrones duraderos en la forma de percibir, pensar y relacionarse con el ambiente y con uno mismo y se manifiesta en una amplia gama de contextos personales y sociales.
Cuando estas pautas o patrones de conducta se manifiestan fijas y desadaptativas, causando una incapacitación funcional o una perturbación subjetiva se convierte en un Trastorno de la Personalidad.
Los trastornos de la personalidad se pueden presentar en la niñez, acentuarse en la adolescencia y continuar a lo largo de toda la vida, causando un deterioro significativo en el ámbito familiar, social o laboral.
Hablar de trastornos de personalidad en menores de edad no es apropiado ya que ellos presentan trastornos de conducta (conducta irregular) pueden acentuarse o desaparecer al llegar a la edad adulta.

Los trastornos de la personalidad se encasillan en tres grupos principales y la categoría residual:

GRUPO A: Trastornos paranoide, esquizoide y esquizotípico.

GRUPO B: Trastornos antisocial, límite, histriónico y narcisista.

GRUPO C: Trastornos por evitación, dependencia, obsesivo-compulsivo y pasivo-agresivo.

CATEGORIA RESIDUAL.- Pueden ser utilizados para otros trastornos específicos de la personalidad, o casos mixtos que no cumplan los criterios de diagnóstico específicos.