UN ATENTADO CONTRA LA SEGURIDAD DE LOS PASAJEROS
Los perturbadores aéreos

Por: Dr. Oswaldo Paz y Miño J.
Experto en Derecho Deportivo y Laboral
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A NTES DE SALUDAROS , estamos de vuelta. Pensábamos continuar con el tratamiento de los temas vinculados a la violencia en el deporte y especialmente en el fútbol profesional de nuestro país y, decirles in extenso que, a pocas semanas de nuestra publicación última, anterior a la presente, que sugería la conformación urgente de la Comisión Nacional de Control de la Violencia en Escenarios Deportvos, está ha sido ya constituida, por gestión de la SENADER como correspondía y ha empezado oficialmente su trabajo, sobre el cual, os mantendremos informados.

¿Seguridad de vuelo?

Hemos dejado los textos sobre Derecho Deportivo en la mesa de trabajo para tratar hoy un tema propio del Derecho Aeronáutico y de Aviación Civil, a raíz de un «atentado contra la seguridad»- de todos los pasajeros, que viajábamos el día de ayer, miércoles 8 de marzo, en vuelo que nos traía de Guayaquil a Quito, -cometido, por un «pasajero perturbador». Es el caso, que a punto de aterrizar, a dos o tres minutos del aeropuerto de Quito, los anuncios correspondientes se habían hecho, la sobrecargo hacia su última revisión de que todos tengamos los cinturones de seguridad abrochados y de que no hubiesen obstáculos en los corredores, ni en las salidas de emergencia, cuando de pronto, suena una musiquilla, unos tonos identificables de que un teléfono celular se había activado, regreso a ver y en efecto, detecto que el pasajero que iba en el asiento «20 d», con el mayor desparpajo, insólita audacia, desvergüenza y cinismo, intentaba hacer una llamada, mientras descendíamos, importándole un soberano pepino que su estupidez, pudiese provocar un desastre en todas las proporciones.

Increíblemente, el sujeto bien trajeado, empresario por lo que pudimos escuchar después los demás pasajeros, hacia gala de su irracionalidad e insensibilidad, y es que no cabe aceptar como de hecho no acepte, tal acto irresponsable del empresario y le conmine a apagar el celular, teniendo como respuesta unos monosílabos gangosos y su insensatez, hasta que la Azafata con toda la firmeza, le obligó a cerrar la comunicación que ya balbuceaba el sópenco, increpándolo, como era justo, por tamaña torpeza.

Concluyo el incidente, con que llegamos, desembarcamos y el «perturbador aéreo», el que cometió un atentado contra la seguridad del vuelo, de todos los pasajeros, se encamino hacia la puerta y desapareció, como que no hubiese cometido grave falta.

Un verdadero vacío legal

Lo dicho me puso a investigar, mis documentos y libros y leyes de Derecho Aeronáutico, ha buscar apoyo en la Dirección De Aviación Civil y varias personas que con cortesía me dieron datos. Especialmente el Señor Coronel Marcelo Serrano, quien supo manifestar que en el Ecuador, «Los perturbadores o insubordiandos aéreos»,no tienen formula de sanción ninguna cuando arremeten en los aviones, porque no existe en nuestra normativa, una que contemple este tipo de conductas ilícitas, que en otras legislaciones del mundo si están catalogadas y sancionadas con perdida de la libertad del sujeto infractor o con multas de considerables cantidades de dinero.

Seguridad aeroportuaria

Esta claro que en el Ecuador la Dirección de Aviación Civil, las líneas aéreas locales y no se diga las internacionales, se esfuerzan al máximo, en sus tareas. Las empresas aéreas, sin excepción, se esfuerzan por que sus servicios incluyan a más del confort y la puntualidad y otros elementos, por sobre todo, la seguridad. No se toman riesgos y es que no se pueden tomar. Todo ha de ser revisado, antes y después de cada vuelo, con minuciosa tratándose de la aeronave y de los procedimientos en todos los frentes.

La seguridad aeroportuaria, la hemos vivido aquí y en otros lares, cada día se exige mayor control y por lo tanto la garantía para todos los usuarios del transporte aéreo es más grande.

¿ Pero como auscultar, a los irresponsables, del tipo del que nos toco en turno, si los escáneres, no proyectan el poco magín que algunos viajeros llevan de carga en su cerebro y los hacen personas no aptas para viajar en aviones ?

Urgente tipificación de la norma que sancione con dureza a todos los «pasajeros perturbadores»

Ante esa imposibilidad técnica, lejos de la ironía, es necesaria la norma jurídica nacional, que tipifique las faltas o infracciones cometidas en los aviones por los pasajeros, y las sancione. Revisando la actual Legislación de Aviación Civil, vemos que lo punitivo solo apunta a las aerolíneas, a los tripulantes, a los mecánicos y personal técnico de otras especialidades.

Que las multas y suspensiones de licencias, o retiro de permisos de operación están debidamente establecidos y latentes sobre esos posibles infractores, y sobre los pasajeros, nada. Tanto que, uno que prenda el celular cuando le de la gana, interfiriendo con ello, las frecuencias y los ordenadores de los aviones, lo que puede causar desvíos, o malos funcionamientos en la electrónica de las naves y tragedias, quedan impunes. No es aceptable en un país que pretende ser civilizado, que aspira a mejores calificaciones internacionales en el negocio de la navegación aérea comercial.

Los legisladores han de ponerse a trabajar inmediatamente, para crear la norma correspondiente que sancione con dureza a todos los «pasajeros perturbadores», que los hay, esos que vociferan en los aviones, que se han subido borrachos, que pueden haber consumido otras drogas no legales, en el mismo vuelo, que fuman a pesar de la prohibición, que atacan a otros pasajeros, que no respetan los espacios de seguridad y en ellos depositan maletas y artilugios.

Contra todos estos que no respetan el contrato de transporte aéreo, y que potencialmente ponen en riesgo la vida de los demás hay que legislar y pronto, no sea que el poco interés o el conocimiento de los que hacen las leyes, más temprano que tarde, pueda ser motivo de arrepentimiento y muerte.
Las normas que existen en nuestro Código Penal, las que mencionan sobre los delitos cometidos en medios de transporte y la piratería, son antiguas, y demuestran el retraso de nuestro derecho, en temas tan evolutivos y dinámicos como la aeronáutica.

Nos inscribimos con quienes sostiene que en el Ecuador han de existir leyes punitivas especializadas, según los ambientes y actividades en los que los actos ilícitos se cometen. Así lo hemos dicho respecto de los delitos cometidos con ocasión de espectáculos deportivos y en escenarios deportivos y de igual forma pensamos en que las infracciones que se cometan a bordo de aeronaves son de continente y contenido diferentes de las que se pueden cometer en otros espacios y los comportamientos de los infractores igualmente distintos de los que abarca el Código Penal Común.

La Normativa Aeronáutica Ecuatoriana, requiere de revisiones que la instalen en la tendencia mundial de cero tolerancia con aquellos que miran en el transporte aéreo un medio para delinquir, para exteriorizar sus inconductas o para matar personas por causas políticas o fanatismos religiosos.

Los actos criminales cometidos en Nueva York y Washington el 11 de septiembre cambiaron las reglas del juego en el placer de viajar y volar las sociedades, todas se vieron afectadas sus derechos de circular, de trasladarse y han de protegerse contra todo tipo de actos de terroristas o de pasajeros insubordinados o perturbadores que atentan contra la libertad y seguridad de los que optan por el transporte aéreo.

Recomendaciones y políticas internacionales de la IATA

La comunidad aeronáutica universal ha de tener respuestas en cada sitio para que no se alteren la paz, ni el orden público dentro y fuera de las aeronaves.
LA IATA en Cuba el año 2001, dicto recomendaciones y políticas internacionales para tratar con los insubordinados en los aviones o fuera de ellos, ya que estos, también se presenta con sus malos hábitos en las terminales y agraden a los empleados de las líneas aéreas o de los aeropuertos, prevalidos muchas veces de cargos políticos, tarjetas VIP, poder económico, fama o popularidad que a su mal entender les concede patente para no acatar regulaciones, respetar turnos, o reservaciones, etc…, o lo que es peor intentar abordar las aeronaves en estados calamitosamente etílicos y más efectos de sustancias raras legales o ilegales.

Un llamado de atención

No a los pasajeros insubordinados o perturbadores, no a bordo y sanciones para ellos. El acceder a un avión, implica civilización, y someterse a normativas muy especiales y justas, las necesarias para no arriesgar vidas de pasajeros, tripulantes y de todos quienes son parte de una compleja y maravillosa operación técnica y humana, que permite al hombre volar, desafiando, la invencible ley de la gravedad. Sean estas letras una muestra de admiración a todos quienes hacen posible tal milagro, no hay otra máquina tan maravillosa como el aeroplano, ninguna ha llevado y lleva tanto progreso a la humanidad.